El mareo por movimiento, también conocido como mareo cinetósico o cinetosis, es un trastorno temporal del equilibrio que se produce cuando existe un conflicto entre la información que recibe nuestro cerebro del sistema vestibular del oído interno y la información visual. Esta discrepancia sensorial genera una respuesta del organismo que se manifiesta a través de diversos síntomas desagradables.
Los síntomas principales del mareo por movimiento incluyen náuseas, vómitos, sudoración excesiva, palidez facial, malestar general y sensación de inestabilidad. Estos síntomas aparecen como consecuencia del desequilibrio entre lo que perciben nuestros ojos y lo que detecta el sistema vestibular cuando nos encontramos en movimiento.
Este tipo de mareo puede manifestarse en diferentes medios de transporte como automóviles, barcos, aviones, trenes, autobuses e incluso en atracciones de parques temáticos. Los factores de riesgo incluyen la edad (siendo más frecuente en niños entre 2 y 12 años), predisposición genética, embarazo, migraña y ciertos medicamentos.
Es importante distinguir el mareo por movimiento de otros tipos de vértigo, ya que la cinetosis es situacional y se relaciona directamente con el movimiento, mientras que otros vértigos pueden tener causas patológicas del oído interno o del sistema nervioso central.
Los primeros signos del mareo por movimiento suelen aparecer gradualmente y incluyen malestar general, bostezos frecuentes, salivación excesiva, sensación de pesadez en el estómago y inquietud. Estos síntomas iniciales son señales de alerta que indican que el organismo está comenzando a reaccionar al conflicto sensorial.
Conforme progresa el cuadro, los síntomas se intensifican manifestándose como náuseas severas, vómitos, sudoración profusa, palidez marcada y, en casos severos, deshidratación. Los síntomas asociados pueden incluir:
Los episodios de mareo por movimiento generalmente duran mientras persiste el estímulo desencadenante, pudiendo extenderse desde minutos hasta varias horas después de cesar el movimiento. Es recomendable consultar con un farmacéutico para obtener tratamiento preventivo antes de viajes largos, y acudir al médico si los síntomas son recurrentes sin exposición al movimiento o se acompañan de fiebre, pérdida auditiva o síntomas neurológicos.
En España existe una amplia gama de medicamentos para tratar el mareo por movimiento, disponibles tanto en farmacias físicas como online. Los antihistamínicos constituyen la primera línea de tratamiento, siendo la Biodramina (dimenhidrinato) el medicamento más conocido y utilizado. Otras opciones populares incluyen Cinfamar y Nautamine, todos ellos efectivos para prevenir y tratar los síntomas de cinetosis.
Para casos más severos, los parches transdérmicos Scopoderm TTS contienen escopolamina, un principio activo de acción prolongada que resulta especialmente útil en viajes largos. Estos parches se adhieren detrás de la oreja y liberan el medicamento de forma gradual durante 72 horas.
Los medicamentos contra el mareo están disponibles en múltiples presentaciones para adaptarse a diferentes necesidades:
La dosificación varía según la edad y peso del paciente. Los medicamentos específicos para niños suelen tener concentraciones menores y sabores más agradables. Mientras que los antihistamínicos están disponibles sin receta, medicamentos como la betahistina y prometazina requieren prescripción médica. Las marcas comerciales y genéricos ofrecen la misma eficacia, siendo la principal diferencia el precio.
El momento de administración es crucial para la efectividad del tratamiento. La mayoría de medicamentos contra el mareo deben tomarse entre 30 minutos y 2 horas antes del inicio del viaje para lograr la máxima protección. Sin embargo, también pueden ser efectivos una vez aparecen los primeros síntomas, aunque su acción será más lenta.
Para adultos, la dosis estándar de dimenhidrinato es de 50-100mg cada 4-6 horas, sin superar 400mg diarios. En niños, la dosificación se calcula según el peso corporal. Los parches transdérmicos deben aplicarse sobre piel limpia y seca detrás de la oreja, al menos 4 horas antes del viaje.
Si se olvida una dosis, tómela tan pronto como lo recuerde, pero nunca duplique la cantidad. Estos medicamentos pueden tomarse con o sin alimentos, aunque ingerirlos con comida puede reducir la irritación estomacal. Durante viajes largos, mantenga intervalos regulares entre dosis y evite el alcohol, ya que puede potenciar los efectos sedantes. No exceda nunca la duración máxima recomendada de tratamiento sin consultar a un profesional sanitario.
Los medicamentos contra el mareo por movimiento pueden ocasionar efectos secundarios que es importante conocer antes de su uso. Los efectos más comunes incluyen somnolencia, sequedad de boca y visión borrosa, especialmente con antihistamínicos como la dimenhidrinato o meclozina.
Debe buscar atención médica inmediata si experimenta dificultad respiratoria, hinchazón facial, erupciones cutáneas severas, convulsiones o alteraciones del ritmo cardíaco. Estos síntomas pueden indicar una reacción alérgica grave o intoxicación.
Estos medicamentos pueden interactuar con alcohol, sedantes, antidepresivos y otros fármacos que afecten el sistema nervioso central. Los ancianos, niños menores de 2 años y embarazadas requieren especial precaución. Evite conducir o manejar maquinaria mientras esté bajo tratamiento.
La prevención del mareo por movimiento incluye estrategias efectivas que pueden complementar o incluso reemplazar el tratamiento farmacológico. Mantenga la vista fija en el horizonte, evite leer durante el viaje y asegure una ventilación adecuada en el vehículo.
Consuma comidas ligeras 2-3 horas antes del viaje, evitando alimentos grasos, picantes o lácteos. Manténgase hidratado pero evite el alcohol y las bebidas carbonatadas. El jengibre, ya sea en infusión o cápsulas, ha demostrado eficacia científica contra las náuseas.
En automóvil, viaje en el asiento delantero; en barco, sitúese en el centro y cubierta baja; en avión, elija asientos sobre las alas. Para viajeros frecuentes, combine medicamentos preventivos con técnicas de habituación progresiva.